No es fácil equilibrar el trabajo y el hogar, y es algo a lo que todos los que somos padres nos enfrentamos antes o después. No es sencillo, pero manejarlo bien puede marcar una diferencia significativa en tu relación con tu familia.
Si tienes un empleo a tiempo completo o parcial, puedes:
– tener un mejor nivel de vida y tener menos problemas de dinero.
– sentirte satisfecho de estar haciendo una contribución y tener más autoestima.
– tener amigos y una vida social fuera de casa.
Pero también puedes sentirte:
– abrumado con demasiado trabajo
– que te estás perdiendo la vida familiar.
– que no estás ahí para tus hijos o tu pareja.
– resentido por lo mucho que tienes que hacer en la casa.
– demasiado cansado u ocupado para disfrutar de tu vida social.
Ay! El famoso work-life balance, como dicen los americanos.
El deseado equilibrio entre trabajo y vida privada
No hay elecciones “correctas” o “incorrectas”, y tus elecciones cambiarán en diferentes etapas de la vida de tu familia. Si estás en pareja, puede que te resulte más fácil si uno de los dos se queda en casa mientras el otro sale a trabajar o si uno tiene un empleo a tiempo completo y el otro a tiempo parcial.
Si eres un padre soltero solo o que comparte la crianza de los hijos con su ex, las opciones que tienes son más limitadas y tendrás menos apoyo para tomar esas decisiones. Tratar de equilibrar la vida laboral y la vida familiar es aún más difícil. Puede que no siempre sientas que tienes el control, pero hay cosas que puedes hacer y pensar para ayudar a manejar el equilibrio entre el trabajo y el hogar.
El equilibrio entre la vida laboral y la vida familiar es algo que la mayoría de los padres realmente anhelan. Encuestas recientes revelan que muchos padres están ansiosos por hacer cambios para poder trabajar de forma más flexible, incluso si esto afecta a su salario, porque saben que pasar tiempo con tus hijos es importante. El trabajo remoto es una tendencia, y las jornadas reducidas del 80% son cada vez más frecuentes.
Sin embargo, en realidad, conseguir el equilibrio adecuado es difícil. La verdad es que trabajamos más horas en este país que en cualquier otro de Europa, por lo que es probable que cuando los padres británicos finalmente lleguen a casa no tengan la energía para un partido de fútbol en el parque, o seis rondas luchando con los deberes de matemáticas que esperan en la mesa de la cocina.
Hacer cambios en el trabajo hablando de las horas de trabajo con tu jefe es un buen paso, pero incluso si no puedes o no quieres hacer grandes cambios, algunos pequeños pasos – los más pequeños cambios en la rutina – pueden marcar la mayor diferencia, para tus hijos y para ti.
Aquí van cinco consejos que los padres con los que hemos hablado sugieren
Relájate al llegar a casa
Si lo necesitas, tómate 10 minutos para ducharte y cambiarte antes de sentarse con los niños. Deja la corbata en la percha y ponte cómodo. Los niños captan los estados de ánimo y sentirán tu descontento con la rutina familiar si entras de mal humor. Pero si estás relajado, ellos también se relajarán, incluso si le ven sólo 30 minutos cada noche, o el fin de semana si compartes custodia.
Come con tus hijos.
Si es tarde y ya han comido, intenta sentarte y disfrutar de una sobremesa y algo de charla con ellos antes de que suban a la cama. La charla no tiene que ser sobre nada profundo. Contarles tu día, un trabajo interesante que hayas hecho o una persona que hayas conocido puede animarles a contarte el suyo. Cada noche puede ser diferente, pero sentarse a cenar puede convertirse en una de las rutinas más agradables del hogar
Hagan cosas juntos.
No tiene que ser nada especial ni llevar mucho tiempo. El hecho es que tus hijos disfrutarán de estar a tu alrededor durante un corto tiempo cada día – mientras riegas el jardín, paseas al perro o recoge a su hermano o hermana de un amigo. Mientras estés relajado, y los escuches, estarán felices.
Incluso te los puedes llevar alguna tarde al trabajo -si tu jefe te lo permite-. Les encantará. Y si son muy peques, siempre puedes dejarlos en una de estas hamacas para bebés de las que ya hemos hablado anteriormente en este blog. Nuestros amigos de Vanlur tienen una comparativa que está genial.
Genera una rutina antes de dormir
La hora del baño, la hora de los cuentos, o ambas si hay tiempo. Si se ha relajado y ha comido, ayudará a bajar los niveles de energía, y puede ayudarle a mantener los ojos abiertos durante el cuento para dormir. Sabes que tus hijos no necesitan, o quieren, estar siempre haciendo algo, sólo tener tu compañía mientras juegan en el baño o un cuento a la hora de dormir será suficiente para ellos.
Haz de una noche tu noche especial.
Martes de películas, jueves de Lego o viernes de juegos de PC. Lo que les apetezca. Pocos padres pueden hacer esto a diario, pero a tus hijos les encantará saber que hay una noche a la semana en la que todo se detiene, sólo para ellos.
Sea cual sea el enfoque, es importante disfrutar del tiempo que tengas con tus hijos. Entendemos que esto no siempre es fácil de hacer, pero los más pequeños cambios pueden marcar la diferencia.
Pasar tiempo con los niños puede ayudar a que las relaciones familiares se fortalezcan y desarrollen lazos más estrechos.